La breve historia del ya mérito
Confieso que a mi no me interesa el fútbol y que las copas del mundo tampoco me quitan el sueño. Aunque al haber crecido en una familia compuesta por tres hombre y una mamá entusiasta para todo, hasta para lo que no le resulta interesante, mi hermana y yo acumulamos muchas horas de televisión futbolera y a querer o no, algo queda.
¿Por qué entonces leer un libro que habla de fútbol? Por que estamos en plena época mundialista y fue decisión de la mayoría de los participantes en el círculo de lectura que coordino. Además, reconozco que fue una buena elección, porque la estructura del libro, a base de relatos breves, lo hace ligero y su lectura se convierte en una buena referencia futbolística en estos momentos.
La breve historia del ya merito no es un libro de análisis de la mentalidad de los seleccionados nacionales a lo largo de la historia, tampoco, como dice la contraportada, en un estudio de la proclividad nacional al fracaso. Es mas bien un retrato de lo que significa este de deporte para muchos individuos, familias, comunidades, instituciones y países enteros.
Cada uno de los relatos, es narrado por diferentes autores y cada uno desde una perspectiva muy particular. Estos abarcan desde el Mundial de Chile 1962 con la historia del Jamaicón Villegas escrito por el historietista mexicano BEF, hasta Por favor, yo necesito un gol del escritor mexicano Carlos Velázquez, que se puso como meta terminar de escribir su novela, antes de que empezara el Mundial Brasil 2014.
Cuando me di cuenta, ya recordaba momentos vividos en mi infancia, por ejemplo, salir del colegio en época de lluvia al llegar a casa encontrarme con una televisión enorme que mi papá compró para ver el Mundial de España 82. O aquel famoso penal que Hugo Sánchez falló en el Mundial México 86 y que yo misma viví como invitada en un palco en el Azteca.
En fin, algunos relatos como el de Antonio Ortuño o Raúl Vilchis lograron sacarme algunas lágrimas, no por lo acontecido en los marcadores de los juegos sino por la huella que han dejado los mundiales en la vida de muchas personas.
Hoy, el libro ya se puede enriquecer. Mientras termino de escribir este texto, se está jugando la final del Mundial Rusia 2018. Estamos en familia, abuelos, tíos y primos viendo a los franceses imponerse ante la selección croata 4-2. ¡Vive la France!
-Nadia Jiménez